En la final de la copa de fútbol:
- Disculpe señora, este asiento que está vacío junto a usted...¿es de alguien?
- De mi esposo, pero puede usarlo: ha fallecido.
- Cuánto lo siento, ¿y no tiene algún buen amigo que lo acompañe?
- Ni lo mencione. Esos traidores eligieron ir al entierro.
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